Migrantes, rehenes de México y de Estados Unidos – Excelsior California

Semanas atrás pasa esto.
Decenas de migrantes sufren heridas de fuego al quedar atrapados en el Centro de Detención del Instituto Nacional de Migración de México en Ciudad Juárez.
Y días después de la tragedia.
Decenas de migrantes, en su mayoría venezolanos, tratan desesperadamente de cruzar en la frontera con Brownsville sin éxito. Posteriormente, su campamento es incendiado por delincuentes pertenecientes a los cárteles de la droga.

Bienvenidos a México, el país que se ha convertido en el cinturón de retención de la migración proveniente de sudamericana y centroamericana y busca evitar que los migrantes lleguen o crucen la frontera estadounidense.
Después de un acuerdo entre los gobiernos de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, el gobierno estadounidense instituyó la política “Quédate en México”, la cual, orillaba a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano hasta que se tramitara su solicitud o fueran llamados a una audiencia con un juez estadounidense.

Esto, y la prolongación de la ley conocida como Title 42 convirtió el territorio mexicano en una zona de alto riesgo para los migrantes. Su paso por México y, su permanencia en algunas ciudades del país, los ha orillado a sufrir vejaciones de todo tipo y presiones de cárteles para comercializar drogas o prostituirse.
EL MIEDO REINA EN EL PAIS
Si para los migrantes esto es un clavario, los mexicanos mismos sufren lo que es este infierno.
Seis de cada diez mexicanos no se sienten seguros en donde viven, según unas cifras recientes del INEGI, órgano oficial de estadísticas. El porcentaje se dispara por encima del 90% en Fresnillo (un 96%) y Zacatecas (un 94,3%), dos de los principales focos rojos de la violencia en el país y típicas rutas de los migrantes en su camino al Norte.
Naucalpan (un 88%), en la zona metropolitana de Ciudad de México, la norteña Ciudad Obregón (un 86,4%) y Uruapan (un 86,2%) en el Estado de Michoacán completan los cinco escaños de las demarcaciones peor evaluadas por sus propios habitantes. Grandes aglomeraciones urbanas como Guadalajara, Ecatepec y Cancún también tienen porcentajes superiores al 80%.
El mapa de la inseguridad y el miedo a la delincuencia refleja la sensación de vulnerabilidad de la población en varias zonas fronterizas como Tijuana (un 71%), Mexicali (un 69,6%), Ciudad Juárez (un 72%) y Reynosa (un 72,7%), con la excepción de Piedras Negras, una de solo tres ciudades en el país donde los porcentajes no superan el 20%, según las estimaciones del Inegi.
El Departamento de Estado de EU ha advertido a sus ciudadanos no viajar a más de una decena de ciudades mexicanas. Sin embargo, los migrantes han tenido que enfrentar esta realidad sin ninguna protección.
Un informe del Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México afirma que un 29% de los migrantes son víctimas de violencia física, psicológica o sexual. La mayoría de los abusos quedan impunes. El temor a ser repatriados y la desconfianza en las autoridades provocan que solo se denuncie uno de cada 10 casos, asegura la investigación.
En total, Médicos Sin Fronteras atendió a 24.600 migrantes entre Honduras, Guatemala y México.

Uno de los grupos más vulnerables son las mujeres.
La ONG Médicos Sin Fronteras identifica la violencia sexual en las rutas migratorias como uno de los grandes retos pendientes de la región. El año pasado atendieron 61 casos directos por agresión sexual y más de 3.200 por consultas sobre salud sexual y reproductiva.
La violencia que sufren los cientos de miles de migrantes que cruzan el territorio mexicano en ruta hacia EEUU ha sido ampliamente documentada por informes de organizaciones de defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch (HRW) y Humans Rights First.
De acuerdo con un comunicado de HRW, los migrantes expulsados por EEUU a México “suelen ser víctimas de abusos como secuestros, extorsiones y violaciones sexuales por parte de grupos criminales y funcionarios mexicanos”.